Si eres de las que ha hecho mil dietas, usado diferentes cremas reductivas y ha dedicado arduas horas al gimnasio sin poder conseguir resultados que evidencien todo el esfuerzo que haces para tener una buena figura, seguramente has pensado en buscar ayuda profesional para lograrlo.
Por supuesto, no hablamos aquí de nutriólogos o entrenadores deportivos que seguramente ya has contratado antes para que te asesoren en tu batalla contra el sobrepeso, sino de someterte a tratamientos especializados que puedan hacerte eliminar de una vez por todas esos kilos de más, ya sea por medio de procedimientos quirúrgicos o algunos otros métodos menos invasivos.
Las dudas y riesgos que has escuchado respecto a estas técnicas para eliminar grasa son siempre una preocupación a la hora de elegir entre una u otra, pues más allá de tu imagen lo que se encuentra en juego es tu salud.
Hacerte una liposucción o someterte a otros tipos de tratamientos no invasivos es una decisión para la cual deberás estar informada. Por ello, te presentamos una breve exposición de dicha operación y la lipólisis progresiva, que podría ser una excelente aliada para eliminar esa grasa de más.
Aunque existen diversos métodos para asistir este procedimiento y lograr una mejor recuperación postoperatoria, la manera en que se realiza, en general, es a través de la extracción de tejido adiposo por medio de una cánula o jeringa, por la que es succionada la grasa de diversas partes del cuerpo.
Si bien este método suele promocionarse como una “cura” para la obesidad, estrictamente es una cirugía estética que consiste en sacar la grasa acumulada entre la piel y los músculos de lugares como el abdomen, glúteos, muslos, brazos y cuello.
Al igual que en el anterior procedimiento, existen diversos métodos para llevarla a cabo, sin embargo, su diferencia radica en que ninguno de ellos es tan invasivo.
Se trata de un tratamiento que promueve un proceso metabólico natural para catabolizar y movilizar las grasas acumuladas, esto por medio de aparatología especializada que por efecto de calor permite degradar triglicéridos (principales componentes de la grasa) en ácidos grasos y glicerol, es decir, quemar la grasa para que pueda ser reabsorbida y eliminada por el organismo.
Este tratamiento puede servir, incluso, como herramienta para hacer menos traumática la extracción de tejido adiposo en una liposucción, aunque su función es realmente la de eliminar grasa localizada, al igual que con el procedimiento quirúrgico, pero sin hacer cortes en la piel ni introducir ningún tipo de instrumento en ella.
En Body Sanctuary somos especialistas en tratamientos estéticos no invasivos para ayudarte a conseguir la figura que quieres sin poner en riesgo tu salud. Contamos con innovadora tecnología europea y un equipo de profesionales que nos permiten darte resultados garantizados.
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