Hace unos años se tenía la idea general de que una persona con sobrepeso era más saludable y feliz que una persona delgada, incluso tratándose de niños y bebés, de quienes se pensaba que estaban “bien alimentados” por tener mejillas redondas y pliegues entre las piernas. Sin embargo, hoy en día hemos comprobado que más allá de la apariencia estética, el sobrepeso y la obesidad pueden causarnos graves problemas a la salud, ya que un elevado nivel de grasa en nuestra sangre puede evitar una correcta absorción de la vitamina E.
Junto con la sangre, nuestro sistema linfático transporta colesterol y triglicéridos junto con los nutrientes que obtenemos en cada alimento; nuestro hígado es el órgano más afectado por una mala alimentación, ya que es el encargado de producir colesterol y triglicéridos a partir de las grasas y los carbohidratos. Cuando consumimos alimentos muy altos en grasas trans y carbohidratos podemos evitar que la vitamina E llegue a los tejidos que la requieran, según reveló un reciente estudio, en el que se incluyó a 41 jóvenes mayores de edad, quienes ingerían hojas de col tratadas con químicos especiales para rastrear la forma en que se movía la vitamina E en el organismo.
El resultado demostró que las personas con altos índices de grasa en su plasma sanguíneo presentaban un mayor ataque oxidativo, por lo que necesitaban una mayor dosis de vitamina E, sin embargo esta no alcanzaba a llegar a los tejidos necesarios debido a los niveles altos de colesterol y triglicéridos.
La vitamina E cumple una función muy importante en nuestro organismo, en casi todos los tejidos de nuestro cuerpo, arterias, hígado, producción de glóbulos rojos, piel, incluso se le asocia a la prevención de enfermedades como la diabetes, cáncer, artritis, Alzheimer, entre otras. Podemos encontrar esta vitamina en alimentos de hoja verde, nueces, aguacate, huevo, hígado y de forma artificial en tabletas o suplementos vitamínicos.
Llevar una vida saludable, alimentarse adecuadamente y ejercitarse puede ayudarnos a reducir la grasa corporal; sin embargo, también podemos echar mano de la tecnología, recurriendo a métodos como la cavitación, la presoterapia en piernas, el drenaje linfático o la radiofrecuencia para descomponer las células adiposas y eliminar la grasa rápidamente.
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