Cuando se habla de grasa corporal es muy fácil que vengan a la mente connotaciones negativas y se piense en términos como sobrepreso y obesidad. Sin embargo, la grasa corporal es parte importante del cuerpo y cumple funciones específicas que ayudarán al organismo a mantenerse saludable. Los problemas con la masa corporal se presentan cuando hay un exceso de tejido graso en el cuerpo que puede comprometer su correcto funcionamiento.
Si nos remontamos al tiempo de los Homo Sapiens, tener reservas corporales de grasa tenía una gran ventaja, ya que el tejido graso garantizaba la supervivencia durante las temporadas de escasez. Sin embargo, el panorama actual es muy diferente, con la abundancia de alimentos, la falta de actividad física y la comida con altos niveles calóricos se ha generado un severo problema de salud.
Este tejido está formado por células llamadas adipocitos, las cuales tienen la función de almacenar la grasa. Se estima que una persona adulta tiene entre un 15 y 25% de grasa en estas células. Lo que determina que seamos una persona delgada u obesa dependerá de la cantidad de adipocitos que tengamos, así como de que tan llenos se encuentren.
Cuando los adipocitos se llenan a su máxima capacidad el organismo tiene que producir nuevas células que sean capaces de almacenar la energía que se está consumido, por lo regular se generan en la zona del abdomen, los muslos y la cadera.
Cuando se comienzan a crear células de más es cuando comenzamos a notar la acumulación de grasa en el cuerpo. Actualmente existen procedimientos no invasivos que combinados con una dieta saludable y la actividad física pueden ayudar a que baje de peso y elimine esa grasa acumulada.
Uno de ellos es la ultracavitacion o ultrasonidos focalizados, el cual logra producir cambios de presión en el líquido del tejido graso, lo cual provoca que se formen microburbujas que se contraen y luego estallan. Este proceso ocasiona una sobrepresión en las células grasas y rompe sus membranas y destruye los adipocitos.
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