Una de las frases más repetidas en la actualidad es “el peor enemigo de una mujer es otra mujer”. Nosotros la modificaríamos a “en ocasiones, el peor enemigo de una persona es ella misma (o él mismo)”. Y es que, es muy común que al mirarnos en el espejo busquemos todos los defectos que tenemos, maximizándolos para torturarnos como nadie más lo hace.
“Es que tengo unas piernas muy gruesas”, “tengo panza”, “esos colores me engordan” son solo ejemplos de cientos y cientos de frases con las que nos castigamos todos los días. Incluso, parece que no pudiéramos ver todos los hermosos rasgos que también tenemos.
Aquí radica la importancia de la autoimagen, es decir, la forma en que nos vemos a nosotros mismos, ya que no solo se trata de lo que pensamos o percibimos, sino que esto lo proyectamos al exterior y no permitimos que otras personas vean lo lindos que somos por dentro. Así que toma nota de estos consejos y mejora tu autoimagen corporal:
¿Cuántas veces ignoras tu propia imagen en el espejo, o te torturas diciéndote cosas tan horribles, que nunca le dirías a nadie? Mírate al espejo, sonríete, reconcíliate con la persona al otro lado y haz el compromiso de comenzar a tratarla bien.
Sí, tal vez tengas lonjas, acné, celulitis, brazos gordos, rollos en la espalda… lo importante es que ese cuerpo que cargas es tuyo, es el único que tienes y es el que te sostiene, te lleva a donde quieres ir y te da cientos de sensaciones placenteras cada día. Así que ama tu cuerpo, ámalo incondicionalmente, acéptalo como es y deja de castigarte por no lucir como modelo de revista (o como instagramer).
Muchas veces nos castigamos en general por un defecto en particular. Es decir, si tenemos el vientre inflamado decimos “ash, estoy gorda” en vez de concentrarnos únicamente en esa inflamación, que podría ser solucionada de forma relativamente sencilla al cambiar los hábitos alimenticios. Y esto no implica dejar de aceptar y amar tu cuerpo, sino cuidarlo, tratar de que te sientas bien.
Ahora que ya sabes cuáles son los rasgos que quieres cambiar, plantea objetivos realistas, que sí puedas cumplir sin castigarte. Por ejemplo, si tienes el vientre inflamado puedes probar dejando de tomar refresco por una semana, e ir ajustando los objetivos conforme los superes. Camina un kilómetro más, añade un poco de peso en tu rutina deportiva para que esos objetivos se conviertan en hábitos y dejen de ser un ideal.
No te confundas, el autocuidado no quiere decir que niegues la realidad y te comas un paquete de donas todos los días, o que sigas tomando refresco, aunque te des cuenta de que tienes el vientre inflamado.
El autocuidado es lo contrario: cuidar tu cuerpo, evitar los excesos, dormir ocho horas todos los días, hacer ejercicio y, si lo consideras necesario, ayudarte con tratamientos como el moldeado de busto o el aumento de glúteos para sentirte más a gusto y enfocarte en una parte de tu cuerpo con la que no terminas de sentirte a gusto.
En Body Sanctuary queremos que te sientas tan bien, que tu belleza interior se manifieste al exterior. Por eso te invitamos a agendar tu cita para consentir a tu cuerpo y ayudarlo a lucir bien con tratamientos para la celulitis, ultracavitación, drenaje linfático, presoterapia y otros tratamientos que te encantarán.
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