Ya sea por cuestiones hormonales, haber bajado de peso súbitamente, tras el parto o incluso por genética, el vientre inflamado es algo que a nadie le gusta ya que nos hace aparentar mayor volumen y peso corporal, además de provocar incomodidad al usar ropa ajustada. Así que, si sufres esta condición y quieres saber cómo combatirla, quédate a leer los tips que te daremos a continuación.
Las bebidas carbonatadas, el pan blanco, los lácteos (si eres intolerante a la lactosa), verduras como el brócoli y la coliflor, algunos alimentos ricos en fibra y las grasas saturadas provocan inflamación en el vientre, por lo que consumirlas con moderación o evitarlas del todo es el primer paso para ver cómo tu abdomen deja de sentirse como globo después de comer.
Beber agua natural o de fruta, consumir más ensaladas y carnes asadas no solo te ayudará a controlar tu peso, sino a evitar la retención de líquidos y la distención en el abdomen.
Caminar a paso ligero es un ejercicio que ayuda a eliminar el exceso de gas acumulado, por lo que dar un paseo después de comer mejorará tu digestión al activar el trabajo del intestino. Si comes muy rápido y tienes mucho estrés, puedes dar un paseo por las noches, al finalizar tu jornada laboral y verás cómo amaneces con menos inflamación y duermes mejor.
Ahora bien, el estrés prolongado provoca que los niveles de cortisol y adrenalina se incrementen, provocando la inflamación del vientre y el descontrol de la hormona grelina, responsable del apetito, por lo que el ejercicio te ayudará a prevenir la obesidad, reducir el estrés y relajarte por las noches.
Este consejo es especialmente recomendado para relajar los músculos intestinales, evitar la acumulación de gases y aliviar el estreñimiento, que es una de las causas de la distención abdominal. Además, si la inflamación se debe a la llegada de tu periodo menstrual, también te ayudará a disminuir las molestias.
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Al masajear tu vientre movilizarás a los músculos intestinales, ayudando a eliminar el gas acumulado y favoreciendo la digestión. Coloca tus manos sobre el hueso de la cadera del lado derecho y con movimientos circulares, haciendo presión ligera mueve tus manos hacia el lado superior del vientre, y luego repite el movimiento del lado izquierdo. Puedes aplicar un poco de crema o gel para lubricar la zona y facilitar el masaje.
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