Ahora que los calurosos días de la primavera han llegado, probablemente nadar en agua fría te parezca de lo más confortable, sin embargo, esta práctica se realiza durante todo el año y a muy bajas temperaturas, ¡incluso hay quienes lo practican en agua por debajo de 5 °C! La buena noticia es que no tienes que irte a los extremos para aprovechar los beneficios del agua fría, y a continuación te contaremos cuáles son.
El agua fría ayuda a que el ritmo cardiaco aumente, con lo que se contraen los vasos sanguíneos para que la sangre viaje a mayor velocidad, lo que provoca que la presión arterial aumente para compensar la baja temperatura; esto es de gran ayuda para mejorar padecimientos como las varices, pero también para condiciones musculares y articulares.
El agua fría ayuda a activar los sentidos, ya que el sistema nervioso recibe la alerta de los receptores térmicos de la piel, de modo que el organismo se activa y sale de su aletargamiento. Además, esa sensación inmediata de frío nos hace sentir inmediatamente más activos, con la mente despejada y con un mejor estado de ánimo a lo largo del día, porque el agua fría estimula la producción de noradrenalina.
La respuesta inmediata del sistema nervioso ante el agua fría activa una serie de respuestas por la secreción de hormonas y neurotransmisores como la noradrenalina, que nos hacen entrar en estado de alerta, tener más energía y poner más atención a las tareas del día.
Una respuesta muy interesante ante la exposición al frío es que el organismo necesita consumir más energía para regular la temperatura, por lo que utiliza las grasas y azúcares almacenados; de este modo, nadar en agua fría es de gran ayuda para bajar de peso.
Ya mencionamos que el agua fría provoca un aumento de la presión arterial y el ritmo cardiaco, pero también acelera la respiración, lo que incrementa la cantidad de oxígeno en el organismo, lo que fortalece al sistema inmunológico y la capacidad del cuerpo de protegerse contra agentes externos.
El agua fría ayuda a desinflamar las lesiones articulares y musculares, así como a aliviar el dolor en dichas zonas, pero también las cefaleas, los dolores de estómago y de golpes recibidos, por lo que suele ser un recurso usado en las terapias de rehabilitación.
Cabe destacar que no solo puedes aprovechar estos beneficios al ir a nadar, también puedes darte regaderazos con agua fría para obtenerlos todos los días, especialmente en los más calurosos, para que tu cuerpo comience a acostumbrarse al agua fría.
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